El candidato Rubalcaba ha puesto sobre la mesa la remuneración de los representantes políticos, en principio no me parece mal su propuesta, algo mejora la situación actual. Sin embargo, mi propuesta es algo más drástica, creo que se deben fijar unos topes de remuneración para cada cargo, por ejemplo Presidente del Gobierno 80.000 euros/año, además tiene que haber una jerarquía en los topes, así el Presidente de Baleares no puede estar por encima del de España o el Alcalde de Espartinas por encima del Presidente de la Junta, o de un Consejero, o del Alcade de Sevilla que tiene más habitantes. En los Alcaldes y Concejales debe haber una escala por tamaño del Municipio. Pero todo lo anterior sería para fijar topes máximos, los cuales soy partidario que sean muy generosos, es decir muy altos. Ahora bien, que ganaría realmente un político pues su remuneración según su declaración de la renta del año anterior actualizada cada año en el IPC o en lo que haya establecido sus condiciones laborales si es asalariado, salvo que fuera superior al tope máximo (eso debería ser raro pues ya digo los topes deberían ser generosos). Evidentemente me refiero a los políticos que tengan que dejar su trabajo habitual. Además deberían tener pagados todos los gastos ocasionados por su ejercicio representativo (pero de manera razonable, por ejemplo cuando he estado de representante sindical en Mesas de Negociación, me han pagado el Kilometraje y 12 euros para almorzar, hace 7 años, ponle ahora 15 euros, no es cuestión de beber Protos ni comer cigalas, sino una comida normal). Así el ejercicio político se convertiría en un servicio a la comunidad y no en una profesión para servirse de la comunidad. Quiero políticos que se comprometan a ese tipo de cambios en la remuneraciones.
P.D.: y si nunca ha trabajado pues el SMI.
Individuals with Disabilities Education Act
Hace 7 años
Cuando nos conocimos, en los Escolapios, quedaban tres meses casi exactos para que muriera Franco. Ya por entonces recuerdo que se decía que un político debe ganar mucho dinero para no caer en la tentación del soborno, la corrupción, etc. La experiencia ha demostrado que los sueldos altos no evitaron eso, y que muchos políticos no se conformaron, y querían más, y más... El dinero llama al dinero.
ResponderEliminarMuchas gracias por el enlace a tu Blog, que me parece estupendo.
Saludos.
Alfonso Montaño
P.D.: ¿La foto es del Guadiana?
¡Ojalá! y todos los políticos pensaran lo mismo y no con los datos que dá Reberte en su articulo. Por cierto ¿reciviste mi tarjeta de felicitación?. Saludos
ResponderEliminarDónde queda el servicio público y trabajar para el pueblo?. Ultimamente solo escucho hablar de la retribución de los políticos.............el que quiera hacerse rico que trabaje en otra cosa, que no están ahí para lucrarse. Además es una pena que no estén los mas válidos, sino que queden los que mas puñaladas dan y sepan recibir. Que pena y que mal se reparte la riqueza.
ResponderEliminarSiempre pensé que el político debería ser alguien con vocación de ayuda a los demás, por pura convicción, autoconocimiento de sus propias (altas ?) capacidades y renuncia a lucrarse como lo
ResponderEliminarpodría hacer en un mercado laboral "normal". ¡Qué decepción! La mayoría están ahí por ansia de poder, reconocimiento y... Dinero, dinero que no son capaces de ganar en cualquier trabajo "decente" que el resto de los ciudadanos de a pie, con suerte, tiene. Un abrazo, Fernando.
José A. Gómez Cazorla
Estoy de acuerdo contigo en lo que respecta a la moderación y a la jerarquización salarial. Pero creo que se queda incompleta en lo que se refiere a los privilegios que un diputado obtiene por el mero hecho de serlo. Es decir, no me parece correcto que, después de 7 años ocupando un escaño en el congreso, se pueda acceder a la máxima pensión que le corresponderá cuando se jublile. Son estas cuestiones, más que las relativas al salario, las que se deben plantear.
ResponderEliminarEl equivalente a lo que produzca, nunca si hay merma.
ResponderEliminarLa característica esencial de un "lider", debe de ser el ejemplo.
Lo primero que han de hacer los políticos es dejar de vernos como a súbditos y empezar a hacerlo como a ciudadanos y a partir de ahí pensar en servir a la comunidad en vez de servirse de ella.
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